Comienzos saludables, futuros esperanzadores.

La maternidad transforma. No solo cambia nuestro cuerpo, sino también nuestras emociones, nuestras relaciones y, muchas veces, nuestra percepción del mundo. En esta travesía única, la salud mental materna no es un lujo, sino una necesidad básica. Sin embargo, a menudo es ignorada o subestimada.

En este artículo, abordaremos de manera completa y empática por qué la salud mental materna es esencial, cuáles son los riesgos más comunes, qué podemos hacer para prevenir y tratar las afecciones, y cómo como sociedad debemos responder a esta necesidad urgente.


¿Qué es la salud mental materna y por qué es tan importante?

La salud mental materna se refiere al bienestar emocional, psicológico y social de una mujer durante el embarazo, el parto y el período posnatal. Abarca desde el equilibrio emocional cotidiano hasta trastornos mentales severos como la depresión posparto.

Más que una emoción: El impacto en la madre y el bebé

Cuidar la salud mental de la madre impacta directamente en la salud física y emocional del recién nacido. Numerosos estudios han demostrado que las madres que atraviesan trastornos mentales sin tratamiento pueden tener dificultades para vincularse con sus hijos, lo que influye negativamente en el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño.

Datos alarmantes que no podemos ignorar

Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cinco mujeres sufre un trastorno mental durante el embarazo o el posparto. La mayoría de estos casos no se diagnostican ni se tratan a tiempo. En países de ingresos bajos y medios, la cifra puede ser aún mayor, alcanzando hasta el 25 % de las mujeres.


Principales trastornos de salud mental durante la maternidad

Aunque cada experiencia materna es única, existen ciertos trastornos que se presentan con más frecuencia en esta etapa. Conocerlos es el primer paso para prevenirlos y tratarlos adecuadamente.

Depresión perinatal: más que “estar triste”

La depresión perinatal abarca tanto la depresión durante el embarazo como la depresión posparto. Se manifiesta con síntomas como:

• Tristeza persistente

• Dificultad para concentrarse

• Pérdida de interés en actividades habituales

• Sentimientos de culpa o inutilidad

• Problemas para dormir, incluso cuando el bebé duerme

• Pensamientos negativos sobre sí misma o el bebé

La depresión no tratada puede volverse crónica y afectar profundamente el vínculo madre-hijo.

Ansiedad posparto: cuando el miedo paraliza

La ansiedad materna es menos conocida que la depresión, pero no menos incapacitante. Algunas mujeres experimentan:

• Preocupaciones excesivas

• Ataques de pánico

• Obsesiones relacionadas con la seguridad del bebé

• Insomnio severo

Psicosis posparto: una emergencia médica

Es un trastorno mental grave y poco común (1-2 por cada 1,000 partos), que aparece de forma repentina, a menudo en las primeras dos semanas después del parto. Sus síntomas incluyen:

• Alucinaciones o delirios

• Confusión extrema

• Cambios de humor intensos

• Comportamiento desorganizado

Requiere atención médica inmediata, ya que puede poner en riesgo la vida de la madre y del bebé.


Factores de riesgo que pueden afectar la salud mental materna

Existen varios factores que pueden predisponer a una madre a sufrir problemas de salud mental durante el embarazo o el posparto.

Biológicos y hormonales

• Cambios hormonales abruptos

• Historia previa de depresión o ansiedad

• Complicaciones médicas durante el embarazo o parto

Sociales y psicológicos

• Falta de apoyo social o familiar

• Violencia doméstica

• Presión por cumplir con “el ideal” de la maternidad perfecta

• Duelo por partos previos, abortos espontáneos o traumas pasados

La influencia del entorno digital

El uso excesivo de redes sociales, donde abunda la imagen de la “madre ideal”, puede intensificar la ansiedad y la sensación de insuficiencia en muchas mujeres.


¿Cómo cuidar nuestra salud mental durante la maternidad?

Cuidar nuestra mente es tan importante como cuidar nuestro cuerpo. Aquí presentamos algunas estrategias prácticas y accesibles para proteger nuestro bienestar emocional en esta etapa tan sensible.

Hablar sin miedo: buscar ayuda es un acto de amor

Pedir ayuda profesional no nos hace débiles, nos hace sabias. La terapia psicológica, especialmente la terapia cognitivo-conductual, puede ayudarnos a enfrentar pensamientos negativos y fortalecer la resiliencia emocional.

Construir una red de apoyo

Rodearse de personas que comprendan nuestra experiencia —ya sea pareja, familiares o grupos de madres— puede marcar una diferencia enorme. Compartir vivencias, desahogarnos o simplemente sentirnos escuchadas es terapéutico.

Autocuidado: una necesidad, no un lujo

• Dormir siempre que sea posible

• Comer de forma nutritiva

• Darse permiso para descansar

• Realizar actividad física suave

• Desconectar del mundo digital cuando lo necesitemos

• Cultivar la gratitud y la espiritualidad

Prácticas diarias de bienestar mental

Una técnica sencilla y poderosa es llevar un diario de gratitud. Escribir tres cosas por las que estamos agradecidas cada día puede reducir los síntomas de ansiedad y depresión en pocas semanas.


El rol de la sociedad en la salud mental materna

No basta con pedir a las madres que se cuiden. Es responsabilidad de todos —familiares, profesionales de la salud, empleadores y gobiernos— crear entornos que favorezcan el bienestar mental de las mujeres durante y después del embarazo.

Atención sanitaria integral y con perspectiva de género

Los sistemas de salud deben incluir evaluaciones rutinarias de salud mental en el control prenatal y posnatal. Además, es necesario capacitar al personal médico para identificar signos de alerta temprana.

Licencias y políticas laborales justas

La conciliación entre la vida laboral y familiar es clave. La implementación de políticas que garanticen licencias de maternidad y paternidad dignas es una forma concreta de reducir el estrés en esta etapa.

Educación pública y visibilización

Romper el estigma que rodea a los trastornos mentales en la maternidad es urgente. Hablar de salud mental materna en escuelas, centros de salud y medios de comunicación promueve una cultura de prevención y empatía.

Mejora tu Salud Mental

El Reto Mente Sana de Quiero ¡Vivir Sano!, una iniciativa diseñada para fortalecer nuestra salud mental y emocional. Este programa de 60 días nos invita a desarrollar el hábito de la gratitud, una práctica que ha demostrado reducir la ansiedad y la depresión, mejorar el estado de ánimo y aumentar nuestra energía. 

Al unirnos al Reto Mente Sana, recibiremos:

• Actividades Diarias: Ejercicios prácticos para cultivar la gratitud y el pensamiento positivo.

• Charlas de Bienestar: Sesiones con expertos que nos brindarán herramientas para manejar el estrés y fortalecer nuestra resiliencia.

• Orientación Virtual: Acceso a profesionales que nos guiarán en nuestro camino hacia una mente más sana.

Únete: https://www.quierovivirsano.org/2024/09/15/inscribete-mejora-tu-salud-mental/


Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Cómo sé si lo que siento es normal o si necesito ayuda profesional?

Sentirse cansada, irritable o emocionalmente inestable es normal en ciertos momentos. Sin embargo, si estos síntomas persisten más de dos semanasinterfieren en tu vida diaria o te impiden disfrutar de tu bebé, es recomendable consultar a un profesional.

¿Qué hago si no tengo apoyo familiar o amigos cercanos?

Busca redes de apoyo virtuales o presenciales. Muchos centros de salud, iglesias y ONGs ofrecen grupos de madres, asesoría gratuita o espacios de escucha. Nunca estás sola, aunque a veces lo parezca.

¿Qué pasa si tengo pensamientos negativos hacia mi bebé?

Estos pensamientos pueden generar mucha culpa, pero son más comunes de lo que imaginamos, especialmente en cuadros de ansiedad o depresión posparto. Lo importante es no callarlo y pedir ayuda profesional cuanto antes. Hay tratamiento y recuperación.


Conclusión

La salud mental materna es el cimiento de una maternidad saludable y, por extensión, de una sociedad más empática, justa y humana. Cuidarnos no es egoísta, es esencial. Necesitamos crear espacios donde las madres puedan hablar, llorar, pedir ayuda y sanar sin miedo ni vergüenza.

Desde el embarazo hasta el posparto, acompañémonos con compasión, hablemos sin filtros y seamos parte de la transformación hacia una maternidad más consciente y saludable. Porque cuando una madre florece, toda la familia florece con ella.

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