Hacer ejercicio regularmente y llevar una dieta equilibrada son dos pilares fundamentales para evitar el sobrepeso y la obesidad, afecciones muy comunes en nuestro tiempo, que son factores de riesgo para otras enfermedades, como diabetes, hipertensión arterial y otras alteraciones cardiovasculares.
¿Qué es una dieta balanceada?
La respuesta es fácil, es aquella que contiene todos los alimentos que nuestro estilo de vida requiere. No existe una dieta balanceada única para todas las personas, ya que muchos factores influyen en la elección de los alimentos, empezando por la edad y la actividad física, continuando por el estado de salud, donde se ubican las enfermedades relacionadas con la alimentación como la diabetes, la celiaquía o la intolerancia a la lactosa, y finalizando por los gustos o decisiones personales, como las personas que eligen ser vegetarianas.
Las principales claves para una dieta equilibrada son las siguientes:
- Alimentación variada. Se deben incluir alimentos de diferentes grupos en cada comida (proteínas, carbohidratos y lípidos), eligiendo siempre las opciones más saludables: carnes magras, cereales integrales, aceites vegetales, etc.
- Evitar alimentos ricos en calorías y poco nutritivos, como las patatas fritas, las golosinas y el alcohol. Evita también freír los alimentos, porque al hacerlo éstos absorben grasas. En su lugar, prueba asar, hervir o cocer a la plancha.
- Consumir frutas y verduras frescas. Para una dieta equilibrada y saludable, es necesario incluir cuatro porciones de frutas y cinco porciones de verduras (si son frescas, mejor) diariamente.
- Conozca cuántas calorías necesita y de qué tamaño deben ser las porciones. Para diseñar una dieta equilibrada se deben calcular adecuadamente las calorías que se necesitan, según el género, la edad y las actividades que se realizan. En base a esto, se calcula el tamaño de las porciones de los alimentos que se deben incluir.
La dieta balanceada
Cuando sabemos los requerimientos nutricionales específicos de cada uno, podremos realizar una dieta equilibrada, buscando preparaciones que no requieran mucha grasa agregada y acompañándolas con agua o jugos naturales, no con gaseosas ya que arruinarán el apetito y no nos permitirán seguir la alimentación balanceada.
El equilibrio en la dieta lo lograremos si prestamos atención a lo que comemos, entonces, elegimos preparaciones sabrosas, coloridas y naturales, no importa que un día comamos más que otro o que nos tentemos con los dulces, porque así, acostumbrados a comer de todo y bien, mantendremos la salud y la línea sin mayores problemas.