Podómetro para niños

Una opción inteligente para motivar a los pequeños.

La práctica de actividad física desempeña un papel fundamental en el desarrollo y la salud del niño, así como en la lucha contra la obesidad infantil.

La práctica de actividad física (AF) proporciona numerosos beneficios para la salud y se considera eficaz para la prevención de diferentes enfermedades, sobre todo las cardiovasculares, durante las etapas de desarrollo, así como su transferencia en el adulto joven. Gracias a la valoración y la cuantificación de la práctica de AF podemos controlar el gasto calórico y, por lo tanto, establecer un balance energético diario adecuado, además de promover un estado metabólico saludable.

Actualmente, a pesar de las advertencias mostradas por diversas entidades públicas y por la Organización Mundial de la Salud, los datos sobre sedentarismo en niños muestran cifras cada vez mayores, y es uno de los principales factores que influyen en la aparición de sobrepeso y obesidad infantil. Ante esta situación, la AF puede ser una estrategia valiosa en la lucha contra esta enfermedad.

Los podómetros o las pulseras de actividad son una alternativa económica y cómoda para medir la AF a través de la cuantificación del número de pasos efectuados durante el día. 

La evidencia actual sugiere que durante la etapa escolar debería oscilar entre 11.000 y 15.000 pasos/día (13.000-15.000 en los niños y 11.000-12.000 en las niñas).

Y entre 10.000 y 11.700 pasos/día en adolescentes. En niños en edad preescolar la evidencia es más limitada, aunque se ha propuesto un rango de 10.000-14.000 pasos/día

Para que podamos alcanzar estas metas, muchas empresas de tecnología, han creado las pulseras de actividad, donde mediante un sistema moderno, podemos ingresar el número de pasos que debemos realizar durante el día y al final de este, saber mediante una notificación, si alcanzamos esta meta o no. Y esto inclusive, puede ser una opción también para los padres de familia y todo el público en general. 

Además de la evaluación de la AF mediante los diferentes tipos de herramientas y métodos disponibles, debemos tener en cuenta la condición física del niño, definida como la capacidad que tiene para realizar una actividad. La evidencia científica sostiene que el nivel de condición física es un eficaz predictor de morbilidad y mortalidad en la edad adulta, por lo que es imprescindible mantener un estado óptimo desde edades tempranas. 

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