¿Qué tienen en común tú, los árboles y un hámster? ¿Te rindes? Bueno, sí, los tres son seres vivos y los tres fueron creados por Dios, pero también todos ellos necesitan agua. Todos los seres vivos necesitan agua para sobrevivir, independientemente de que la saquen desde una botella, una nube de lluvia o un pequeño recipiente acoplado a una jaula de hámsters.
Y ¿Por qué? Bueno, dado que el 70 % (Y en niños hasta 80%) de la composición de nuestro cuerpo es agua, esta es un elemento indispensable para mantenerlo sano porque, además de limpiar el organismo y eliminar las toxinas, es un gran vehículo para transportar las vitaminas y sales minerales que necesitan nuestras células. Por eso, podemos decir sin duda alguna que, sin agua, nuestro cuerpo dejaría de funcionar como es debido.
Desde luego, un hecho poco recordado es que el cuerpo no obtiene agua solo al beberla. Sí, es cierto: cualquier líquido que bebas contendrá agua. Pero también hay muchos alimentos que contienen agua. La fruta contiene bastante agua, algo fácil de imaginar si piensas en cómo se te llena de jugo la barbilla después de dar mordisco a un melocotón, una sandía o a una ciruela. Las verduras y las hortalizas también contienen mucha agua: piensa en el jugo que sale al cortar un tomate o en el líquido que te llena la boca cuando das un mordisco a un jugoso trozo de apio.
¿Cuánto es suficiente?
Puesto que el agua es tan importante, tal vez te preguntes si tu niño está bebiendo lo suficiente y aquí te lo vamos a responder:
Desde el programa Quiero ¡Crecer Sano! primero, te animamos a darle a los pequeños agua natural, dado que es mucho mejor para su salud que cualquier otra fuente. Evita darle refrescos, jugos y néctares dado que, por sus azúcares añadidos son perjudiciales para la salud.
Si bien, no hay una cantidad mágica ni fija de agua que los niños necesiten beber cada día, debes saber que la cantidad de agua depende de la edad, el tamaño, el estado de salud y el nivel de actividad. También hay que tener en cuenta el clima (la temperatura y la humedad) por lo que es indudable que tienen que beber cuando tienen sed. Así que asegúrate de darle a beber más agua de la habitual cuando hace calor, sobre todo mientras practica deporte o hace ejercicio físico; anímale a beber agua antes, durante y después de la actividad física. No te olvides nunca dde cargar con una botellita de agua. ¡Un infante no puede rendir al máximo mientras piensa en la sed que tiene!
Beneficios
Beber agua ofrece diferentes beneficios para nuestro cuerpo y especialmente en los más pequeños.
Este preciado elemento, también les ayudará a mejorar su concentración, a evitar cambios repentinos de humor, a mejorar su rendimiento físico y a evitar enfermedades como la obesidad infantil entre otras. Además, a diferencia de otras sustancias, como pueden ser los zumos y las llamadas bebidas refrescantes, el agua no contiene calorías ni azúcares. Este factor es muy beneficioso para el desarrollo de los dientes de los más pequeños.
Como puedes ver, esta es una de la razones por las que este es el primer hábito del reto: para mantener los demás hábitos es necesario beber agua natural, así el cuerpo podrá desempeñar correctamente todas sus maravillosas y acuosas funciones, ¡y tú y tus pequeños se encontrarán de maravilla!