Según cómo interpretemos lo que nos acontece; es decir, dependiendo de la actitud que tengamos ante ello, podremos tener un buen día, o un día totalmente pésimo. Si nuestra actitud es positiva, el día será mucho mejor que si nos vestimos con actitud negativa.
No quiero decir con esto que tengamos que estar todo el tiempo en “modo Heidi”, eso es imposible y además agotador. Por supuesto que ante ciertas situaciones, podemos llegar a derrumbarnos, eso es humano.
Lo que quiero decir, es que después del impacto inicial que inevitablemente se produce en nosotros, ante una situación grave, o al menos molesta, la mejor opción es valorar la parte buena que tiene. Que siempre la tiene, y sobre todo, sacar un aprendizaje de toda esa situación; que también lo tiene.
En definitiva, la actitud que tengamos tendrá mucho que ver en cómo los acontecimientos que nos ocurren nos van a afectar.
Aunque convertir un pensamiento negativo en algo optimista no es nada sencillo, el esfuerzo tiene grandes recompensas. ¿Quieres descubrir 5 de los grandes beneficios que tiene adoptar una actitud positiva?
- Motivación: Ser positivo hace que te tomes el aprendizaje como un factor motivador. Esto te ayudará a alcanzar las metas que te propongas y a continuar creciendo tanto en lo personal como en lo profesional.
- Mejora de la autoestima: Si piensas en positivo, tendrás una mejor perspectiva de ti mismo y hará que creas más en tus habilidades. Te darás cuenta de que eres capaz de lograr grandes cosas si te lo propones y crees en ti.
- Antídoto anti-estrés: Las personas que tienen pensamientos positivos gestionan mejor las situaciones y los problemas que generalmente causan estrés. Cuando te preocupas menos o te enfocas en las soluciones y no en los problemas, reduces los niveles de estrés y mejoras en salud.
- Salud: Además de los beneficios que aporta el reducir el estrés, pensar de manera positiva tiene una influencia directa sobre tu cuerpo.
- Abre las puertas del éxito: Una actitud positiva está asociada con obtener resultados de éxito y una mayor felicidad en el día a día. Las personas optimistas se reinventan siempre que es necesario, logrando así todas sus metas.